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Los beneficios que nos brinda la Nutrición Funcional en nuestro metabolismo

Autor: Haut Wellness

Publicación: 10/12/2022

¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE LA NUTRICIÓN FUNCIONAL?

 

Cuando la nutrición funcional es de alta calidad y se aplica de manera efectiva y consistente, nos puede ayudar a prevenir futuras enfermedades crónicas que se generan desde la adolescencia; en personas con demencia, les ayuda a mejorar considerablemente la cognición, además brinda un gran apoyo a pacientes que fueron sometidos a cirugías o tratamientos de tipo oncológico, colorrectales y gastrointestinales, entre otras.

 

Contenido

1) ¿Qué es la nutrición funcional?
2)  Cuáles son los principios fundamentales de la nutrición funcional?
3) ¿Cuál es la diferencia entre Medicina Funcional y Nutrición funcional?
4) ¿Qué ventajas aportan los alimentos funcionales?
5) ¿Cuáles son los alimentos funcionales?
6)  Alimento funcional ejemplos
7)  Nutrición funcional para bajar de peso

 

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“Las enfermedades crónicas representan la mayoría de los problemas de salud en las poblaciones de mediana edad y adultos mayores; este tipo de condiciones responden muy bien a las intervenciones de la nutrición funcional″

 

1) ¿Qué es la nutrición funcional?

 

El poder que nos brinda la nutrición funcional

 

La nutrición funcional considera cada aspecto del individuo, como la salud, dieta y el estilo de vida para poder orientar, que tipo de alimentación se deberá seguir para cada persona. De esta manera, la medicina funcional es un sistema de acercamiento al cuidado de la salud, que toma como consideración la interrelación de cada parte del cuerpo. Con ello se busca encontrar una imagen general para restaurar la función fisiológica.

Con la nutrición funcional, los síntomas son vistos como pistas para diagnosticar los problemas de salud primarios, no importando si están relacionados a la dieta, enfermedad, efectos secundarios de medicamentos, factores del estilo de vida, exposición a toxinas, uso de antibióticos u otros factores. Mientras que las prácticas médicas tradicionales tratan de suprimir los síntomas con medicación, la nutrición funcional los analiza, para saber que tipos de problemas existen dentro del cuerpo y poderlos considerar dentro de un plan holístico integral de la salud.

Un especialista en nutrición funcional, puede solicitar estudios sanguíneos (triglicéridos, hígado graso, entre otros), para conocer si existe algún padecimiento previo, de esta forma puede realizar un plan alimenticio adecuado y recomendar suplementos alimenticios en caso de ser necesario para lograr los objetivos deseados.

Por estas razones, la nutrición funcional no es rígida o inflexible, es una perspectiva holística adaptada a las necesidades de cada persona, para poder obtener una sanación desde el nivel celular.

 

2) ¿Cuáles son los principios fundamentales de la nutrición funcional?

 

5 principios básicos de la nutrición funcional

La nutrición funcional implica comprender los orígenes, la prevención y el tratamiento de enfermedades crónicas complejas. Este tipo de nutrición, nos ayuda a conocer, que la salud no es sólo la ausencia de enfermedad, sino un estado de inmensa vitalidad.

 

1. Es la atención personalizada y centrada en el paciente

La nutrición funcional, ve a todas las personas como individuos. Todos nosotros tenemos nuestra propia composición genética y fisiológica única. Tenemos diferentes factores estresantes; diferentes exposiciones ambientales y tóxicas; diferentes estilos de vida y diferentes factores subyacentes, que contribuyen al estado de nuestra salud. El hecho de que los pacientes tengan la misma enfermedad no significa que necesiten el mismo tratamiento. Cada persona tiene un conjunto único de circunstancias de salud, que lo llevaron a su estado de enfermedad, por lo cual es vital que el tratamiento sea personalizado para llegar a un enfoque único, para recuperar la función óptima de su cuerpo.  La nutrición funcional tiene en cuenta a la persona en su totalidad. Solo usamos los síntomas como pistas para determinar qué sistemas del cuerpo necesitan apoyo en nuestros esfuerzos por lograr un camino de por vida hacia el bienestar.

 

2. Buscamos el ‘¿por qué? ‘

Encubrir los síntomas con medicamentos, es ocultar el origen de nuestra enfermedad. En lugar de preguntar: «¿Qué medicamento coincide con esta enfermedad?», la medicina funcional busca encontrar la causa raíz o el mecanismo involucrado en cualquier pérdida de función, en primer lugar, nos revela por qué existen un conjunto de síntomas, o por qué el paciente tiene una etiqueta de una enfermedad en particular.  El seguir cuestionándonos en el por qué, es la única forma de eliminar verdaderamente la enfermedad y lograr una óptima salud.

Si uno tiene dolor de cabeza, la pregunta debería ser ¿por qué?, tiene que haber una causa raíz para ese dolor de cabeza. La nutrición funcional no trata un síntoma específico, ni se preocupa por la etiqueta que se le ha dado a una enfermedad, como fibromialgia, o artritis. Nuestro único interés es identificar la causa raíz de los desequilibrios que crearon este conjunto de síntomas. Entonces nos preguntamos ¿por qué tiene estas etiquetas?, ¿qué función se ha perdido? y ¿qué se puede hacer para restaurar la función adecuada? Con la nutrición funcional se trata el ¿POR QUÉ? y así poder conocer, ¿Por qué se interrumpe el sistema corporal o se presenta un determinado síntoma? Cuando sabes el POR QUÉ, puedes tratar la causa raíz.

 

3. La Nutrición Funcional se basa en la Ciencia

Los profesionales de la medicina funcional, miran “hacia arriba”, para considerar la compleja red de interacciones en la historia, la fisiología y el estilo de vida del paciente que pueden conducir a la enfermedad, considerando la composición genética única de cada paciente, junto con los factores internos (mente, cuerpo y espíritu) y externos (entorno físico y social) que afectan el total funcionamiento del cuerpo.

La investigación más reciente nos muestra que, en lugar de evaluar la patología, ahora podemos utilizar un nuevo marco para evaluar la predisposición, las funciones metabólicas, las reservas de energía, las lesiones tisulares, las variaciones hormonales, la salud psicológica, las variaciones diarias y cíclicas, así como la nutrición. Esto permite una terapia más personalizada y a la vez efectiva.

 

4. La nutrición funcional reconoce la capacidad del organismo para autorregularse

La humanidad ha sido programada para creer que nuestros cuerpos están destinados a la enfermedad y la disfunción. Cada función o equilibrio dinámico está diseñado para mantenernos vivos. Entonces, ¿por qué no darle al cuerpo lo que necesita para transformarse en cuerpo saludable? Cada uno de nosotros tiene la clave para alcanzar una mejor salud.

Los nutricionistas funcionales no pueden hacer todo el trabajo por ti, pero lo que si pueden realizar, es diseñar un plan para abordar los desequilibrios subyacentes o las disfunciones sistémicas, para ayudarte a detener la progresión de los patrones de la enfermedad. La verdadera sanación no ocurre de la noche a la mañana, requiere paciencia, pero la verdadera sanación se puede lograr. El objetivo de los profesionales, es brindarle al paciente las herramientas necesarias, para obtener una salud óptima. Los especialistas en nutrición funcional, deben mostrarle al paciente, cómo creer que su cuerpo tiene la capacidad de sanar y que PUEDEN prevenir casi todas las enfermedades del envejecimiento.

En lugar de obligar al cuerpo a funcionar de manera diferente, la nutrición funcional se desempeña con la forma en que funciona el cuerpo a nivel individual, para que cada cuerpo pueda equilibrarse y curarse a sí mismo, de manera más eficiente y con la menor complicación posible. La nutrición funcional se guía por este principio subyacente que es la clave para prevenir casi todas las enfermedades crónicas del envejecimiento. El objetivo de la nutrición funcional, es mejorar la duración de la salud y no sólo la duración de la vida, de cada paciente.

 

5. Integrar las mejores prácticas médicas.

La nutrición funcional integra las prácticas médicas convencionales con las prácticas «alternativas» o «integradoras», creando un enfoque en la prevención a través de la nutrición, la dieta y el ejercicio; uso de las últimas pruebas de laboratorio y otras técnicas de diagnóstico; a los pacientes se les prescriben combinaciones de alimentos terapéuticos y curativos; suplementos nutricionales y/o medicinas botánicas; programas de desintoxicación o técnicas de manejo del estrés.

 

3) ¿Cuál es la diferencia entre Medicina Funcional y Nutrición Funcional?

 

¿Cómo se involucran la Medicina funcional y la Nutrición funcional?

 

La nutrición funcional es un área de la nutrición y tiene su perspectiva en la medicina funcional. Es diferente de la nutrición clásica, porque integra al organismo como un todo en el que se tienen en cuenta aspectos físicos, emocionales y del entorno. Su finalidad es lograr en la persona una vitalidad positiva.  La medicina funcional, se basa en evidencia científica y estudia la interacción entre todos los sistemas del cuerpo. Relaciona la bioquímica, la fisiología, los aspectos emocionales y cognitivos del organismo.

La forma en que se maneja la nutrición funcional, es basándose en la medicina funcional con el fin de mejorar los hábitos de vida y por consecuencia poder obtener una buena salud; transformando así, nuestros hábitos en la manera de alimentarnos. Los objetivos que se plantean con este sistema de alimentación, van dirigidos al cambio de hábitos, a como aprender a gestionar el hambre emocional y a mejorar la relación con la comida.  Basándonos en la nutrición funcional, buscamos un cambio en el estilo de vida de las personas.

El enfoque de la medicina funcional, es implementar de la curación a través los alimentos, siendo una nueva forma y original de la medicina funcional, en donde ofrece el sustento y los nutrientes que mantienen nuestros cuerpos sanos y en funcionamiento, a lo largo de nuestras vidas. En las antiguas tradiciones curativas, la comida se consideraba la primera línea de defensa contra la enfermedad. La comida es nuestra forma original de medicina, que ofrece sustento y nutrientes que mantienen nuestros cuerpos sanos y funcionando adecuadamente, durante el transcurso de nuestras vidas.

En nuestra era moderna, elegimos medicamentos manufacturados, en lugar de alimentos nutritivos, olvidándonos de cuán poderosa puede ser una dieta con alimentos balanceados. La medicina funcional, sin embargo, ha tomado la iniciativa sobre este tema. Vemos el inmenso valor de la medicina moderna, pero también apreciamos los efectos medicinales de los alimentos y todavía usamos la dieta como un importante catalizador para la curación.

 

4) ¿Qué ventajas aportan los alimentos funcionales?

 

Beneficios potenciales que aportan los alimentos funcionales

 

Pueden prevenir las deficiencias de nutrientes.

Los alimentos funcionales suelen tener un alto contenido de nutrientes importantes, como vitaminas, minerales, grasas saludables y fibra; puedes completar tu dieta con una variedad de alimentos funcionales tanto convencionales como fortificados⁠, ayudando a garantizar una dieta balanceada y protegerte contra las deficiencias de nutrientes. De hecho, desde la introducción de los alimentos enriquecidos, la prevalencia de las deficiencias de nutrientes ha disminuido significativamente en todo el mundo.

Por ejemplo, después de que se introdujera la harina de trigo enriquecida con hierro en Jordania, las tasas de anemia por deficiencia de hierro entre los niños se redujeron casi a la mitad. La fortificación también se ha usado para prevenir otras condiciones causadas por deficiencias de nutrientes, incluyendo raquitismo, bocio y defectos de nacimiento.

 

Te ayudan a protegerte de contraer ciertas afecciones crónicas.

Los alimentos funcionales proporcionan nutrientes importantes que pueden ayudarte a protegerte contra enfermedades; muchos son especialmente ricos en antioxidantes; estas moléculas ayudan a neutralizar los compuestos dañinos conocidos como radicales libres, lo que ayuda a prevenir el daño celular y ciertas afecciones crónicas, como enfermedades cardíacas, cáncer y diabetes.

Algunos alimentos funcionales, también tienen un alto contenido de ácidos grasos omega-3, un tipo de grasa saludable que reduce la inflamación, estimula la función cerebral y promueve la salud del corazón. Otros tipos son ricos en fibra, que pueden promover un mejor control del azúcar en la sangre y proteger contra enfermedades como la diabetes, la obesidad, las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebro vascular.  La fibra también puede ayudar a prevenir trastornos digestivos, como diverticulitis, úlceras estomacales, hemorroides y reflujo ácido, entre otros.

 

Pueden promover el crecimiento y desarrollo adecuado.

Ciertos nutrientes son esenciales para el crecimiento y desarrollo adecuado de niños y bebés. Disfrutar de una amplia gama de alimentos funcionales ricos en nutrientes como parte de una dieta saludable puede ayudar a garantizar que se satisfagan las necesidades nutricionales. Además, puede ser beneficioso incluir alimentos fortificados con nutrientes específicos, que son importantes para el crecimiento y el desarrollo de los niños y bebés.

Por ejemplo, los cereales, los granos y las harinas suelen estar fortificados con vitaminas B como el ácido fólico, que es esencial para la salud del feto. Los niveles bajos de ácido fólico pueden aumentar el riesgo de defectos del tubo neural, que pueden afectar el cerebro, la médula espinal o la columna vertebral. Se estima que aumentar el consumo de ácido fólico podría disminuir la prevalencia de defectos del tubo neural en un 50-70 %.  Otros nutrientes que se encuentran comúnmente en los alimentos funcionales también juegan un papel clave en el crecimiento y el desarrollo, incluidos los ácidos grasos omega-3, el hierro, el zinc, el calcio.

 

 

5) ¿Cuáles son los alimentos funcionales?

 

Características de los alimentos funcionales

 

Existen varias definiciones de alimento funcional, pero, en general, se considera como tal a todo alimento que, además de su valor nutritivo, contiene componentes biológicamente activos que aportan algún efecto añadido y beneficioso para la salud y reducen el riesgo de contraer ciertas enfermedades.

Desde el punto de vista práctico, esto quiere decir que los alimentos funcionales pueden ser naturales, o bien aquellos a los que se ha añadido, incrementado su contenido o eliminado algún componente, o bien a los que se ha modificado la naturaleza o biodisponibilidad de alguno de sus componentes, o cualquiera de las combinaciones anteriores.

 

Las características de un alimento funcional son las siguientes:

  • Deben presentarse en forma de alimentos de consumo cotidiano.
  • Su consumo no produce efectos nocivos.
  • Cuenta con propiedades nutritivas y beneficiosas para el organismo.
  • Disminuye y/o previene el riesgo de contraer enfermedades, además de mejorar el estado de salud del individuo.
  • Deben poder demostrarse sus efectos beneficiosos dentro de las cantidades que normalmente se consumen en la dieta.

 

Los efectos de un alimento funcional, se observan cuando el alimento se consume de forma habitual dentro de una dieta equilibrada.  Por todo lo anterior, y en el sentido más amplio del concepto, un alimento funcional puede ser un alimento tradicional, como por ejemplo el pescado -por su alto contenido en ácidos grasos omega-3-, un alimento modificado -como la leche enriquecida con omega-3-, o bien, un componente alimentario -como los propios ácidos grasos omega-3- que posee propiedades cardiosaludables.

 

Entre los alimentos modificados, encontramos leches infantiles enriquecidas con ácidos grasos, leches enriquecidas con calcio, vitaminas A y D, con ácidos grasos omega-3, yogures enriquecidos con calcio y vitaminas A y D, zumos con vitaminas y minerales, cereales reforzados con fibra y minerales, margarinas con fitoesteroles, huevos con omega-3 o sal yodada. Entre los alimentos funcionales no modificados encontramos el aceite de oliva, la soja, el yogur, los frutos secos, los cereales integrales, el pescado o las frutas y verduras. En definitiva, toda la dieta mediterránea se puede considerar un alimento funcional porque hay evidencias científicas de que mejora las funciones o procesos del organismo y es buena para la salud.

 

6) Alimento funcional, ejemplos

 

Los alimentos funcionales generalmente se dividen en dos categorías: convencionales y modificados. Los alimentos convencionales son ingredientes naturales de alimentos integrales que son ricos en nutrientes importantes como vitaminas, minerales, antioxidantes y grasas saludables para el corazón.
Mientras tanto, los alimentos modificados se han enriquecido con ingredientes adicionales, como vitaminas, minerales, probióticos o fibra, para aumentar los beneficios del alimento.

 

Estos son algunos ejemplos de alimentos funcionales convencionales:

•   Frutas: bayas, kiwi, peras, melocotones, manzanas, naranjas, plátanos
•   Verduras: brócoli, coliflor, col rizada, espinacas, calabacín
•   Nueces: almendras, anacardos, pistachos, nueces de macadamia, nueces de Brasil
•   Semillas: semillas de chía, semillas de lino, semillas de cáñamo, semillas de calabaza
•   Legumbres: frijoles negros, garbanzos, frijoles blancos, lentejas
•   Cereales integrales: avena, cebada, trigo sarraceno, arroz integral, cuscús
•   Pescados y mariscos: salmón, sardinas, anchoas, caballa, bacalao
•   Alimentos fermentados: tempeh, kombucha, kimchi, kéfir, chucrut
•   Hierbas y especias: cúrcuma, canela, jengibre, pimienta de cayena
•   Bebidas: café, té verde, té negro

 

Estos son algunos ejemplos de alimentos funcionales modificados:

• Jugos fortificados con vitaminas y minerales
• Productos lácteos fortificados, como leche y yogur con calcio y vitaminas A y D
• Leches infantiles enriquecidas con ácidos grasos
• Leches fortificadas con calcio y vitaminas A y D, leche de almendras, arroz, coco, etc.
• Granos fortificados, como pan y pasta
• Cereal fortificado con fibra, minerales y granola
• Huevos fortificados con omega 3 o sal yodatada
• Margarinas con fitoesteroles entre otros.

En resumen, los alimentos ricos en nutrientes como frutas, verduras y legumbres se consideran alimentos funcionales, junto con los alimentos fortificados como jugos, huevos y cereales.

 

7) Nutrición funcional para bajar de peso

 

Mejorando la salud a través de la alimentación adecuada y una dieta funcional

 

Las primeras ideas en relación a los alimentos y las dietas funcionales surgieron en Japón en la década del 80 del pasado siglo. De hecho, el país nipón tiene una legislación específica para los alimentos funcionales, que implica que deben cumplir con determinadas características para poder ser incluidos en el listado oficial y llevar el sello de FOSHU (Foods Of Specified Health Use).

 

¿Qué son los alimentos funcionales?

Antes de adentrarnos a explicar qué se entiende por dieta funcional, debemos abordar en concepto de alimentos funcionales, un término que en realidad antecedió al de dieta funcional. Los alimentos funcionales son aquellos que poseen un componente activo que genera beneficios fisiológicos, con el objetivo de prevenir o incluso curar una enfermedad (Roberfroid, 2000 citado en Varela, González y Marcos, 2002).

Popularmente se usan para disminuir el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes, osteoporosis o enfermedades cardiovasculares. En la Unión Europea, en el año 1999, se definieron una serie de criterios que debía cumplir un alimento para ser considerado funcional. Entre esos criterios están:

• Que sea un alimento convencional o cotidiano que se consuma como parte de una dieta normal.

• Formado por compuestos naturales, en ocasiones aumentando su concentración o formando parte de alimentos que normalmente no los incluyen.

• Científicamente debe haberse demostrado que promueven efectos positivos en determinada función, más allá de una nutrición básica.

• Estar diseñado para promover un estado de bienestar y salud en orden de mejorar la calidad de vida y reducir el riesgo de enfermedades.

Entre los componentes más populares que se les añade a los alimentos para convertirlos en funcionales están:

Probióticos: microorganismos vivos que al ingerirse tienen beneficios para la salud. Son populares los yogures que contienen probióticos.

Prebióticos: alimentos que nuestro intestino no digiere, pero que sí contribuyen a la salud del microbiota intestinal. Entre los más conocidos están los fructooligosacáridos (FOS) y la inulina.

Nutrientes: como hierro, calcio o ácidos grasos omega 3. Una simple visita al súper puede descubrirnos una importante cantidad de productos que tienen nutrientes añadidos.

 

¿Los alimentos naturales son alimentos funcionales?

El concepto tradicional de alimento funcional no incluye a los productos naturales. Sin embargo, muchos son los profesionales que defienden que existen bases científicas suficientes para considerar que determinados nutrientes, presentes de forma natural en los alimentos, tienen un efecto beneficioso para la salud.
Por ejemplo, los flavonoides como anticancerígenos, que están presentes en fresas, uvas o granadas. O Los ácidos grasos omega 3 como protectores del funcionamiento cognitivo, que pueden ingerirse a través de productos como el salmón o las nueces.

 

¿Qué es la dieta funcional?

La dieta funcional es aquella que incluye alimentos funcionales orientados a disminuir el riesgo de determinada enfermedad; pero el concepto en sí, va más allá y plantea la necesidad de llevar una dieta equilibrada que además, incluya alimentos funcionales.  La dieta funcional implica la existencia de objetivos, por ejemplo, mantener niveles saludables de colesterol, evitar la diabetes o disminuir el riesgo de cáncer de colon. En función de esos objetivos se diseñará la dieta funcional, idealmente diseñada por un profesional de la nutrición funcional.

 

< Ven a conocer más de nutrición funcional para tu bienestar >

 

 

 

 

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Contenido adaptado de las siguientes fuentes:

 

  • Michael Stone|© 2022 Instituto de Medicina Funcional | ifm.or
  • Mugdha Pradhan|16 de septiembre de 2020|LinkedIn2022 |Linkedin.com
  • María Rosario Beltrán de Heredia| Alimentos Funcionales| 30. Núm. 3. páginas 12-14 (mayo 2016) | © 2022 Elsevier| elsevier.es
  • Acofarma |Así funciona la nutrición funcional |Publicado el 02-2021|acofarma.com
  • Reyes de la Cerda| Creando hábitos nutricionales/La Nutrición Funcional |Paseo de la Castellana, 100 5ºb ·Madrid 28046 | 682 695 480 | info@drareyesdelacerda.es|drareyesdelacerda.es 
  • Claudine Kubesh, MD.|Salud Funcional de Seattle, 2020|seattlefunctionalhealth.com
  • Healthline Media 2005-2022 |healthline.com
  • Equipo de Expertos en Ciencias de la Salud| universidadviu.com

 

 

 

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